Efluvio telógeno o caída capilar brusca: qué es y cómo reconocerlo

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Se conoce como “efluvio telógeno” a la pérdida difusa y abundante de cabello en los meses siguientes a un factor estresante. Es una causa de pérdida de cabello común, no cicatricial, en la que aproximadamente un 20% o más de los cabellos que estaban en fase anágena (fase de crecimiento y desarrollo) pasan de forma brusca a fase telógena (fase de quiescencia) con su consecuente posterior caída y pérdida de densidad capilar si continúa.

Cada folículo a lo largo de su vida pasa por diferentes fases, son tres las principales, aunque se han descrito otras que son de interés para estudios científicos.

  • Fase Anágena: es la más larga, de unos 2-3 a 6 años en ocasiones. Es la fase de desarrollo y crecimiento. El 85-90% de los folículos están en esta fase.
  • Fase Catágena: es muy corta, dura unas 2-3 semanas. Es una fase de involución y pausa. Muy pocos folículos están en esta fase (1-2%).
  • Fase Telógena: duración intermedia de 3-6 meses. Fase de caída y renovación. Aproximadamente un 10-15% de los folículos están en esta fase.

Estas fases son asincrónicas entre sí, es decir, no están sincronizadas. Acontecen de forma desordenada en el tiempo, motivo por el que no nos quedamos completamente calvos y nuestro cabello se va renovando a diario sin darnos cuenta.

Un cuero cabelludo sano nace con aproximadamente 90.000 – 100.000 unidades foliculares, que pueden contener entre 1-4 cabellos. Si el 10% de éstos están en fase telógena (caída) de forma normal, significa que a diario pueden caer entre 80-100 pelos. De manera que si una persona tiene más pelo, más pelo le caerá a diario.

Si por el motivo o situación que fuere una persona se encuentra padeciendo un efluvio telógeno agudo puede llegar a perder entre 150-200 pelos diarios, situación notable sobre todo en mujeres morenas, ya que sus cabellos son más largos y oscuros.

La caída capilar durante el efluvio es indolora, no duele. Hay que mencionar que en ocasiones se asocia a tricodinia, sensación urente y/o dolorosa del cuero cabelludo que  diversos estudios han demostrado estar asociada a un aumento de la sustancia P, un neuropéptido involucrado en la percepción del dolor, y aumentado en situaciones de efluvio.

¿Por qué ocurren los efluvios telógenos?

Durante la vida de las personas hay acontecimientos o situaciones que producen una situación de estrés, déficits nutricionales o alteraciones hormonales que son detectadas por los folículos pilosos haciendo que éstos entren de forma preventiva (para evitar su daño) en fase de pausa-involución y posterior telogén-caída.

Algunos de estos factores desencadenantes del efluvio (“triggers”) son:

  • Enfermedades sistémicas e infecciones (p.ej: COVID-19, VIH, malaria, tuberculosis, hipotiroidismo)
  • Acontecimientos estresantes (p.ej: depresión, despido laboral, pandemia)
  • Fármacos (p.ej: betabloqueantes, anticoagulantes, anticonvulsivantes)
  • Deficiencias nutricionales (p.ej: anemia ferropénica, déficits de Vit.B12, ác. fólico)
  • Cirugía mayor (p.ej: resección de tumor intestinal, trasplante de órganos internos)

En la literatura se ha informado de la asociación entre el efluvio telógeno agudo y el dengue, la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), la gripe, la fiebre tifoidea, la escarlatina, la neumonía, la tos ferina, la tuberculosis y la malaria y actualmente por COVID-19.

Aunque se haya descrito circunstancias de elevado nivel estresante para el organismo, cada individuo tiene una susceptibilidad diferente, así como un trasplante cardíaco para un paciente no supondría la aparición de un efluvio, para otra persona el despido laboral, cambio de ciudad o de pareja podría resultar en un efluvio intenso.

¿Hay Efluvio Telógeno tras COVID-19?

Efectivamente, se han descrito episodios de efluvio post-COVID más intensos de lo habitual y de mayor duración, la “tormenta de citoquinas” y el “síndrome hiperinflamatorio sistémico” son las causas más propuestas de entre las responsables del daño folicular en el Efluvio Telógeno post COVID-19. Otras teorías incluyen la alteración de la coagulación y formación de microtrombos y/o el daño directo al folículo causado por propio virus.

Pérdida no definitiva: el cabello puede seguir creciendo

El efluvio telógeno agudo acontece aproximadamente entre 3-6 meses después del desencadenante y suele resolverse en los próximos 6 meses desde su inicio, sin embargo si la situación persiste y se prolonga más allá de los 6 meses se denomina efluvio telógeno crónico, esto suele ser más frecuente en mujeres de 30 a 60 años, no parece tener ninguna predilección racial y en alrededor del 33% de los casos la causa sigue siendo desconocida.

No te quedarás calv@, puede ser que pierdas densidad. Sí, por definición un efluvio es un tipo de alopecia no cicatricial, es decir la unidad folicular (aunque sin pelo, o con menos tallos por unidad) sigue estando íntegra por lo que tras el paso o resolución del desencadenante o corrección de alteraciones en caso que las hubiera el pelo comienza a recrecer. Puede llevar de 6 a 24 meses una recuperación completa del estado capilar previo.

Pasos a seguir y tratamiento

1º – Una adecuada historia clínica que reconozca el desencadenante/s

2º – Una exploración física y por tricoscopio que descarte otras patologías (sobre todo alopecias cicatriciales)

3º – Realizar pruebas si son necesarias (p.ej: una analítica)

4º – Una vez confirmado el diagnóstico, corregir las causas desencadenantes (p.ej: suplementos vitamínicos o de hierro, fármacos para un hipotiroidismo, corregir la anemia, eliminar o cambiar fármacos causantes).

5º – Si fuese necesario añadir tratamiento tópico u oral. Esto depende de otras patologías o de los hallazgos de la exploración y queda de mano del médico recetarlos.

6º – Asociar tratamientos en clínica como la mesoterapia de bioestimulación capilar o Tecnología de microinjertos autólogos con tecnología Regenera©

7º – Adecuado control y seguimiento

Si no hubiera una causa concreta o a corregir, no hacer nada y esperar es una opción, al fin y al cabo es una tipo de alopecia no cicatricial que en la mayoría de las ocasiones se autolimita y recupera de forma espontánea. Mantener la calma y tener un adecuado seguimiento son la clave de esta patología.

En la Clínica Salud Capilar del Grupo Tufet somos especialistas en el tratamiento del Efluvio Telógeno tanto femenino como masculino. Si has sufrido una caída capilar brusca no dudes en contactar con nosotros. Nuestros especialistas estudiarán tu caso y te prescribirán el mejor tratamiento para recuperar tu densidad capilar.

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Efluvio telógeno o caída capilar brusca: qué es y cómo reconocerlo
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Efluvio telógeno o caída capilar brusca: qué es y cómo reconocerlo
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Desde la Clínica de Salud Capilar te contamos qué es el efluvio telógeno y cuáles son sus causas, síntomas y tratamiento.
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